Escribir cuando el grillo canta es una invitación irrechazable y tan perturbadora, como una fabrica inglesa, como una prisión gringa, como un comedor colombiano. Los círculos de botas llevan más que mis ranas lluviosas y claro… escandalosas.
Iscriviti a:
Commenti sul post (Atom)
Nessun commento:
Posta un commento